Conocí a Txell Prat en la ciudad de Puebla, México, en un taller que tituló «La enfermedad como proceso creativo». ¿Cómo llegué ahí?
En mi búsqueda de crecimiento interno, me había generado un recorrido con el movimiento libre, llegó un momento en que sentí querer explorar algo más, sentía que moverme era parte de una resolución que me permitía verme, sentirme, crearme.
En la experiencia con Txell quede sorprendida ante la propuesta de Movimiento Auténtico, «moverme desde el silencio». Por principio, hubo una desestructuración de lo que entendía había sido moverme.
Moverme desde el silencio, moverme desde mi ruido, el mental, el corporal, el de mi memoria celular, el que por logros, aveces nada es, sólo es un latido donde pulsas con la vida y su flujo.
También lo viví como una confrontación sentida, muy viva, espontánea, dando paso a una sensibilidad que me permitía ver, contactar con aquellos aspectos que en ese momento estaba lista para tocar.
Esta experiencia con Txell me permitió estirar un poco más mi campo de autoconocimiento, mi campo de reconocimiento, mi campo creativo, mi campo de juego, mi campo de exploración de aquellas memorias y heridas.
Agradecida siempre con la propuesta de Txell Prat, agradecida por el acompañamiento y guía tan sutil y suave ante la belleza de la fragilidad de lo que como expresión surge en esos procesos.
Tania Zavaleta Ramírez
Puebla, México (2014)
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